Horror
14 to 20 years old
2000 to 5000 words
Spanish
Story Content
Chrysalis había recibido un reporte de un “dron” con información de una nueva prisionera… una prisionera muy especial para ella.
Celestia: ¡Suéltenme, monstruos estúpidos!
Dijo Celestia mientras intentaba romper el lodo pegajoso que aprisionaba sus manos sobre su cabeza y sus pies.
Chrysalis: ¿Ya te cansaste, Celestia? Pero lo divertido aún no empieza.
Dijo Celestia con preocupación, su cuerno brillaba tenuemente, pero un dispositivo en él parecía inhibir su magia.
Chrysalis chasqueó los dedos y dos “drones” comenzaron a desnudar a Celestia. Cuando Chrysalis miró los pechos de Celestia, dijo:
Chrysalis: Celestia, tus ubres son hermosas.
Celestia: No me digas eso.
Chrysalis: Pero lo son. Su tamaño, su peso y tus grandes pezones... producirán mucha leche.
Celestia: Pierdes tu tiempo, Chrysalis. No tengo leche.
Chrysalis: Ese es un pequeño problema con una solución sencilla.
Chrysalis usó su magia y del techo descendió una extraña bombilla.
Chrysalis: Este es un pequeño experimento que hice para extraer la leche de las ponis, pero aún no lo he probado… hasta ahora.
De la bombilla salieron dos tentáculos que penetraron los pechos de Celestia y comenzaron a moverse dentro de ellos. Celestia estaba aterrada de ver cómo los tentáculos la invadían.
Celestia: ¡Chrysalis, monstruo pervertido, detén esta locura ahora!
Dijo Celestia con furia, pero su grito fue interrumpido por un gemido de placer involuntario.
Chrysalis: Pero, Celestia, lo mejor aún no empieza.
Celestia: ¿Qué está pasando? Mis pechos arden… Siento que algo sale de ellos.
Chrysalis: Celestia, esos tentáculos no solo masajean tus pechos desde adentro, sino que también inyectan prolactina en ellos.
En ese momento, un chorro de leche salió de sus pechos y el tentáculo se transformó en una bomba de leche, envolviendo sus pechos y comenzando a succionar su leche. La leche tibia fluía a través de los tubos hacia un contenedor.
Celestia sintió una punzada de vergüenza mezclada con un placer confuso. No podía controlar los gemidos que escapaban de sus labios mientras la máquina ordeñaba su esencia.
Chrysalis observaba con una sonrisa cruel en su rostro. El verde de sus ojos brillaba con sadismo.
Chrysalis: Continua gimiendo Celestia me encanta como te hago producir lechita.
De pronto la máquina comienza a sacudir con más frecuencia e inyecta más rápido la Prolactina hasta el punto que empieza a salpicar leche a todo lado.
Celestia se marea por tanta leche saliendo, siente que va a desmayar.
**-Dos semanas despues-**
Celestia yace encadenada en ese granero lechero donde por dos semana chrysalis le ha estado inyectado esa cosa para tener más y más leche para alimentar a su raza pero algo había cambiado celestia ya no tenia esa frustración ella lo había disfrutado como una vaca de leche disfrutaba su vida de ser ordeñada pero ahora a celestia lo gustaba que chrysalis fuera a visitarla todas las tardes, con solo imaginar chrysalis venir para darle el elixir que ella llamaba su cuerpo ya se empezaba a preparar leche por todos lados, inclusive la espera cada minuto, cuando viene chrysalis dice:
Chrysalis: Veo que hoy te gusta esta un poco inquieta hoy, ¿quieres saber quién vendrá a visitarte?, por que esta vez no estarás sola si te comportas bien haré que mis trabajadores de diviertan contigo.
Celestia: Siii Chrysalis porfavor dejame sentir eso.
Es así donde la dulce pesadilla no acaba aun y quizás en algún momento el granero lechero será de un monstruo horripilante o el monstruo horripilante ser amaestrado.